En relación a los vidrios, se deben considerar dos tipos diferentes de conceptos de seguridad: los referidos a la seguridad de las personas y aquellos vinculados a la seguridad de los bienes.
El objetivo de este artículo es contribuir a la toma de conciencia en relación al uso de vidrios en áreas de riesgo susceptibles de impacto humano.
Los accidentes con vidrios suelen tener consecuencias graves y la mayoría de ellos ocurren en el hogar (75% del total) afectando mayoritariamente a niños entre 5 y 14 años de edad. Por este motivo es muy importante prevenir toda situación que pueda generar un accidente con vidrios. Y la mejor forma de prevención de accidentes es utilizando los materiales adecuados en todas aquellas áreas vidriadas de riesgo.
Un área vidriada de riesgo es toda aquella superficie con vidrio que, por su posición, función o características del entorno, presenta exposición al impacto de las personas y/o un riesgo físico en caso de rotura de los vidrios.
Ejemplos de áreas de riesgo son:
Puertas de acceso y lugares de paso.
Vidrios fijos que pueden ser confundidos con accesos.
Áreas vidriadas con circulación a uno o ambos lados del vidrio.
Vidrios adyacentes a áreas resbaladizas.
Vidrios colocados a baja altura.
Techos total o parcialmente vidriados.
En todas las áreas con vidrios que sean de riesgo debe emplearse vidrio de seguridad y/o modificar dicha situación mediante otros recursos de diseño o barreras de protección.
El vidrio laminado es el único vidrio de seguridad que satisface los requisitos para ser empleado en todas las áreas de riesgo señaladas.
Los vidrios laminados son vidrios formados por 2 o más planchas de vidrio unidas entre sí por la interposición de una o varias láminas de Poly Vinil Butiral (PVB), a presión y calor controlados.
Esta configuración combina las propiedades del vidrio (brillantez, resistencia, transparencia, dureza, etc.) con las propiedades del PVB (adherencia al vidrio, elasticidad, resistencia al impacto, efectivo filtro para los nocivos rayos ultravioleta del sol y capacidad de absorber las ondas sonoras, particularmente para los rangos de frecuencias de la voz humana y el tránsito automotor).
De este modo ante un impacto sobre el vidrio laminado, la película de PVB absorberá la energía del choque al mismo tiempo que mantiene su adherencia al vidrio. Así los trozos de vidrio no se desprenden y el conjunto se mantiene en el marco.
En el vidrio laminado, en caso de rotura los trozos de vidrio roto quedan adheridos a la lámina de PVB impidiendo su desprendimiento y caída, manteniendo el conjunto dentro del marco sin dejar y sin interrumpir la visión. También, en caso de impacto de personas u objetos, actúa como barrera de protección y retención, evitando su traspaso y caída al vacío.